Siguiendo un sueño: La Luna


Generalmente uso este blog, para compartir reportes y uno que otro escrito relacionado con la geotecnia, la ingeniería sísmica (rozando el borde de la sismología), un poco de volcanes y aspectos del manejo de desastre, sobre todo desde el enfoque de la evaluación de la amenaza, como componente del riesgo. Sin embargo, la idea inicial era, tener un espacio bastante amigable donde escribir lo que saliera, incluyendo temas tan distantes como política, aspectos bélicos…de ahí el nombre de kashikoidesu (kashikoi=inteligente, desu=ser). Lo de kashikoi, no como arrogancia, sino por el blog en sí, fue lo que se me ocurrió para encerrarlo todo, en una sola palabra. 

Las bases de lo que soy hoy, principalmente de lo que creo, está fundamentada en aquellos primeros años de lectura (1992, 1992, 1994). Los primeros libros con los que tuve contacto, La Biblia, Israel, Gog y el Anticristo, Estudios sociales (Historia, Astronomía, Geografía), formaron el eslabón perdido dentro de mi ADN, y a través de los años, lo que he hecho ha sido simplemente fortalecerlo, y seguir el camino trazado. Con esta breve introducción, los que están cerca, y han estado a través del tiempo, pueden encontrar una explicación al hecho de mi interés por Israel y el judaísmo, a mi tenue afición por la observación astronómica y la guerra, mi concepto acerca de Dios y las religiones, entre otras cosas extrañas. 

Durante la primera semana del mes de septiembre 2014, y ante la presencia de un nubarrón existencialista, la necesidad de encontrarme en el pasado se hizo evidente. Revisando en el baúl, no de los recuerdos, pero sí de la memoria, encontré aquel libro que usaba mi hermano mayor en quinto grado, donde leí sobre los planetas, las naves espaciales, los astronautas (Yuri Gagarin, específicamente), que me despertó la curiosidad por el espacio. Además, regreso el sonido mañanero del “llego el leeecheero…” de las preguntas y respuestas de la mañana cada fin de semana en el programa radial Escuela para Todos (Radio Corporación, 4:30 AM). Las discusiones acerca del espacio, los planetas y demás, eran de mis favoritas. Es así, que entre recuerdos, memorias y búsqueda de una actividad anti oxidante, más la promoción de la tienda de segunda mano (Second Street), compré un pequeño telescopio para observar la Luna. 
Telescopio

Nikon Coolpix P500, capturando La Luna

A eso hay que agregar, que a partir de septiembre de 2014, me traslado a vivir a otra parte de la ciudad, a otro edificio, en una planta más baja (4to piso), pero no enjaulado, con ventanas “total open” y con un par de vistas muy buenas. Bien, desde que tengo la Coolpix P500, con un zoom de 36X, he hecho varias fotos de La Luna, algunas desde Nicaragua (Santa Lucía, Managua, Catarina), otras desde Japón (Tsukuba, Sapporo), así que no es un pasatiempo totalmente improvisado, pero sí el de poder observar con un telescopio, que aunque simple, ya es más que lo normal, o por lo menos entretiene, que era el objetivo principal.

Foto tomada desde Tsukuba, Ibaraki, Japón

Foto tomada desde Sapporo, Hokkaido, Japón

Foto tomada desde Santa Lucía, Boaco, Nicaragua

Foto tomada desde Catarina, Masaya, Nicaragua

Foto tomada desde Managua, Nicaragua

La fiebre por la observación de la Luna puede ser como un fuego sobre hojas secas, que se enciende y luego se apaga, pero en la medida que se progresa, que se lee, se puede volver más exigente, y entonces el pequeño telescopio ya no es suficiente, es así en todo, es parte de la naturaleza humana. Sin embargo, a modo de pasatiempo, y con la idea de hacer una correcta inversión en el futuro, es posible seguir aprendiendo con lo que se tiene. Como he dedicado algunas horas, para ver algunos documentales, leer algunos artículos, ahora veo la Luna desde otro punto de vista, ya no es simplemente como la que alumbrada el camino, en tiempos de luna llena, cuando iba de regreso a mi casa, después de las 11PM, en mi siempre bello pueblo de Santa Lucía. 

Al observar la Luna, ahora tomo en cuenta que tiene un diámetro de 3476 Km, y que se encuentra a una distancia de 384 000Km, es como ir de Managua a Puerto Cabezas, 500 veces (500 viajes, ida y regreso). Desde la Tierra, solamente observamos una cara, por lo cual algunos podrían pensar que es bastante aburrida la observación lunar, sin embargo, eso lo hace más interesante, cuando se trata de llevar a cabo alguna observación bastante minuciosa, ya sea para realizar comparaciones en el tiempo, o simplemente comparar desde diferentes latitudes. Por ahora tengo fotografías de tres lugares bastante distantes (Nicaragua, Japón y Suecia (cortesía de una muy buena amiga)). Espero reunir algunas fotografías de otros lugares, y con un poco de lectura y ojo crítico, se puede escribir algo interesante para el blog y para algún foro de astrónomos aficionados.

Hasta ahora, los mejores momentos han sido, la observación de una estrella (Sirio), el planeta Júpiter a la par de la Luna, observación completa del segundo eclipse lunar del 2014 (Octubre 8). Para este último, me fui a una parte despejada de la ciudad (Toyohira River), e instalé mi equipo de observación. En otro post comparto la galería de fotos, junto con información general acerca de eclipses lunares. Por ahora solamente este post, como introducción a la nueva sección del blog sobre astronomía, para lo cual he estado usando en mi cuenta de Facebook, en Twitter e Instagram el hagstag #AstronomyatHome. 

Capturando el segundo eclipse lunar, octubre 08, 2014

Estación de observación en Toyohira Bridge

El Planeta Júpiter a la izquierda y la Luna a la derecha

El planeta Jupiter

Estrella Sirio

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Hasta la vista, nos vemos en otra galaxia